“En la historia argentina un cambio se da porque el presidente se asusta”

Con un estilo descontracturado, pero no por eso menos contundente, el economista Juan Carlos de Pablo (75) llegó a Resistencia por el aniversario de la Cámara de Comercio y en una entrevista exclusiva con «El Boletín» contó cómo ve la política y economía del país.

¿Es cierto que Argentina vive en crisis?

Si te muestro los indicadores económicos de Argentina, la respuesta es afirmativa. Es decir, las fluctuaciones que tiene cualquier indicador, son inmensamente grandes. Esto hace que el argentino no sea particularmente inteligente, pero tenga una sensibilidad muy grande. Uno podría decir que cualquier persona es sobreviviente de algo. Los mayores somos sobrevivientes del rodrigazo, otros de la hiper (inflación) del 76´, otros de la hiper (inflación) del 89´, otros del corralito.

Por eso los problemas de credibilidad o falta de credibilidad, están a la orden del día. La desconfianza no está en la naturaleza humana, está en la historia. Por eso la gente no cree lo que dicen los políticos. Esa desconfianza es totalmente explicable, con lo cual, hacer política económica en un país como Argentina, es mucho más difícil que en otro país.

¿Cómo ve al sector pyme en Argentina?

Pyme o no pyme veo una cosa muy parecida, porque una persona que tiene que resolver los problemas de un empresario grande, mediano, o chico está sujeto a unos vaivenes fenomenales.

Para entender la política económica hay que entender el funcionamiento del presidente, que por alguna razón, no quiere tener un ministro de Economía. Por lo cual tenés ocho tipos que hablan de economía, anuncian las medidas de a uno, a veces anuncian una medida y como alguien protesta vuelven para atrás. Desde el punto de vista organizacional, ese es un problema que existe. Falta una unidad de criterio. Si hoy nos preguntan quién está a cargo, es difícil saberlo y cuando vos anunciás las medidas de a una, el afectado cree que es una venganza. Las cosas tienen que tener sentido dentro de un conjunto.

Pero los presidentes no cambian simplemente porque uno los aconseja. En la historia argentina, un cambio es siempre precedido porque el que tiene la responsabilidad ejecutiva se asusta. El susto fuerte o te paraliza o te hace actuar. Ahora el presidente está necesitando otro susto, porque me parece que no está suficientemente asustado.

Los factores que afectan a las pymes, también afectan a las no pymes. Son cosas muy generales. Yo entiendo que las pymes quieren algo para las pymes, pero no hay para repartir, ese es el tema. Las pujas distributivas en Argentina tradicionalmente han sido muy fuertes, y ahora también.

Una de las quejas es que no se toma conciencia de la importancia del sector pyme

Detrás de asumir la importancia, está el pedido. Entonces un ministro te puede decir “yo entiendo lo que acabás de decir, pero no tengo un mango”, con lo cual ahí termina el diálogo. No es un tema de conocimiento, sí puede ser que muchas veces los representantes del sector privado, cuando hablan con los funcionarios no lo hacen con la fuerza con la que tendrían que hacerlo dada la naturaleza del problema. Hay que hablarles fuerte, de ahí a que puedan hacer algo, es otra cosa.

¿Hay alguna medida especial que pueda tomar el gobierno para ayudar a estas empresas?

Más que un tema de medidas, es un tema de tomar conciencia y decir basta. Hay que unificar el discurso, poner un ministro que plantee todo al mismo tiempo y cruzar los dedos para que le crean. Hoy tienen que ocurrir cosas mucho más dramáticas de las que están ocurriendo para que el presidente antes de las elecciones tome esa decisión. Tiene que pasar algo que a los ojos de él sea grave.

¿La cotización del dólar, debe importar?

Dólar, tasa, son manifestaciones de la política económica. El jueguito dólar- tasa, si no hacés nada, termina mal, hay mucha experiencia en la década del 80. Porque yo te aumento la tasa en pesos para que vos no compres dólares hoy, la semana que viene te tengo que aumentar un poco más. Llega un momento que no hay tasa a la cual te convenza. Si yo te digo ahora que te voy a pagar 17 mil por ciento, por un depósito en pesos, vos comprás dólares, porque decís “no me los vas a pagar, o me lo vas a pagar y con eso, cuando vaya a comprar un helado no me va alcanzar”.

Hay una sensibilidad, hay una expectativa. No hay forma de saber cuánto más hay que esperar, lo que sabemos es que nos levantamos todos los días a pelearla.

Desde el gobierno plantean que no les preocupa la suba del dólar

Los políticos están en campaña y dicen cualquier cosa, porque como votantes también decimos cualquier cosa. No les damos bola a los discursos y después vemos en base a qué votamos. El ser humano como votante es un espanto. La tercera parte de los tipos no sabe a quién va a votar hasta unas horas antes, 25% de los que votaron no saben por qué votaron lo que votaron, no les importa nada.

La campaña es cada vez más una cosa superficial, etérea. Cuando yo era jovencito los partidos publicitaban lo que se llamaba la plataforma. Hoy no, es todo imagen, todos van a los programas de televisión, es todo un show.

¿Pueden existir cambios en el electorado?

Yo miro a mis nietos y a mis alumnos, y son distintos a mí. Yo reaccionaba de otra manera, me calentaba por otras cosas. Es difícil saberlo. Pero todas esas dinámicas se dan de otra manera.

Puede ser que si el electorado tuviese tiempo, se interesaría. Pero los intereses de la gran mayoría de los seres humanos acá y en cualquier lugar del mundo son muy concretos. El tipo quiere su casa, un auto, que los chicos vayan al colegio, salud razonable y después vemos…

¿Existe posibilidad de que la inflación se frene?

Hemos tenido 10 programas antiinflacionarios a lo largo de 70 años, así que sí. La experiencia argentina lo que dice es que lo que es difícil es mantener los logros iniciales, porque es lo mismo que nos pasa cuando hacemos un régimen. En algún momento va a aparecer un programa, solo que el gobierno no está suficientemente asustado. Cuando Alfonsín decidió hacer el Plan Austral, la tasa de inflación era 1% por día. La hiper (inflación) del 89´ terminó siendo 4% por día, estamos lejos todavía.

Para que la inflación baje, tenés que hacer una política económica que incluya un programa antiinflacionario. Cuando lo hacés y lo planteás bien y la gente te cree, tenés resultados muy rápidos no recesivos.