El diseñador chaqueño que conquistó los pies de los famosos

Hace 10 años Gastón Greco creó Posco, una marca de zapatos que hoy usa el presidente Mauricio Macri y los jugadores de la selección argentina, entre otros famosos. Tiene tres locales en Buenos Aires y uno en Resistencia. En esta nota, habla de sus orígenes y cuenta cómo llegó al éxito.

En la misma manzana de Resistencia (en la esquina de Güemes y Córdoba) donde de adolescente desarmó un zapato para entender cómo estaba hecho, Gastón Greco, de 29 años, abrió hace poco más de un mes su cuarto local de Posco, la marca de “zapatos-zapatillas” que creó hace 10 años y que hoy lo posiciona como un joven emprendedor consagrado y con proyección internacional. Con ideales claros, simples y transparentes, sin perder de vista las raíces ni las ganas de crecer, este resistenciano está listo para embarcarse con su pyme en la aventura de dar a conocer a través de su producto el espíritu sudamericano al mundo.

Desde los 19 años, Gastón fabrica sus creaciones mitad zapato, mitad zapatilla. A los 17, después de terminar el secundario, se fue a vivir a Buenos Aires para estudiar arquitectura en la UBA. “Me faltaba adrenalina, la de emprender, algo que me enseñó mi papá, un emprendedor que se embarcó en muchos proyectos: cafeterías, lavaderos de autos, pizzerías. Cuando salía de la escuela, iba a visitarlo a su local, lo ayudaba y aprendía”, relata y continúa: “Siempre me gustó la moda y se me ocurrió hacer un producto que pudiera usarlo cualquiera. Por mi ansiedad, necesitaba que fuera un producto industrializado, simple y de alta calidad”. De ahí el nombre de la firma: Posco, una sigla en inglés que significa “producto de simple composición”.

Así, en su casa paterna, ubicada en el macrocentro de Resistencia, decidió desarmar un zapato que usaba y le resultaba cómodo. “Es apasionante el desarrollo del calzado”, dice ahora Greco, que produce 10 mil pares de zapatos de hombre por año y pronto lanzará una línea para mujer. Con $ 5.000 que le prestó su mamá, empezó a meterse en la industria. Tocó puertas en talleres hasta que uno lo dejó sumarse. “Tenía una mesa, mi tablero de estudiante de arquitectura y la máquina que usaba para coser los zapatos que había empezado a fabricar. No tenía plata, pero sí hambre y ganas”, resalta el exitoso diseñador, que hoy tiene tres locales en la Ciudad de Buenos Aires, donde conquista a reconocidas figuras.

Desde el inicio, Gastón se propuso realizar un producto 100% de cuero nacional, entendiendo su composición bajo las consignas de la “slow fashion” –moda sostenible-. “Es una marca con carácter sustentable. Creemos que hay que entender la trazabilidad del producto, de dónde viene y cómo está hecho”, indica y subraya que “casi el 30% del cuero es de curtido vegetal. En la cadena de producción del cuero, el punto de inflexión es el tanino. El que usamos lo hacemos en Chaco y proviene de un proceso natural, menos dañino para el ambiente. El año que viene alcanzaremos el 50% del cuero de curtido vegetal”, se entusiasma el joven, que imprime su visión sustentable en los cuatro negocios que diseñó, desarrollando así su faceta de arquitecto, profesión que no llegó a ejercer.

Sus primeros clientes fueron amigos. “La marca fue creciendo, le vendía a multimarcas. Hasta que abrí mi local en Palermo”, señala el fundador y CEO de Posco. Hoy hasta Mauricio Macri usa sus zapatos, cosa que Greco descubrió hace dos años, cuando los vio retratados en una nota periodística. Esto lo consiguió con la misma perseverancia con la que dio sus primeros pasos: a través de un conocido, le había enviado una carta al presidente y unos zapatos talle 43. “Generó repercusión y nos ayudó a contar nuestra historia”, destaca. Este año, otra aventura volvió a disparar la marca: les regaló a los jugadores de la selección, a punto de irse al Mundial, unos zapatos-zapatillas especialmente diseñados para ellos.

Hoy, la empresa factura $25 millones al año. La idea de abrir un local en Resistencia está relacionada con la tenacidad de Gastón de preservar los orígenes. “Somos una marca que pregona su identidad y su origen está en Chaco”, dice y cuenta que tiene ganas “de volver a trabajar con fábricas del norte” para ayudar a reactivar la industria. El objetivo de Greco es claro: producir en Argentina y llevar a través de sus productos el espíritu sudamericano a otros continentes.